No necesito verte llorar para darme cuenta que no estás bien. Puedo verlo en tus ojos que me miran esclavizados por el tic-tac del reloj. Horarios, horarios, rutina, responsabilidades. Un círculo vicioso sin posibles finales felices.

No puedo prometerte un final feliz, pero cuando veo tu sonrisa y me miras con esos ojos que pausa todo tipo de pensamientos, me dan ganas de intentarlo.

Podría recordar cada parte de tu cuerpo toda una eternidad, la forma con que me miras, tus labios, tus manos...todo.

La forma con que me miras y esos ojos que me matan pero solo fue un lindo sueño que duró lo que duró y me diste lo que necesitaba y espero que encuentres lo que necesitabas en el momento que yo no te pude dar.