Un poquito mas amado (Adaptación al mi blog)

Recuerda el perfume de la rosa, el suave desdén de la campanita que colgaba de la ventana, las sabanas color beige y el aroma a café desde la cocina.


Era su forma de decir adios. Cada vez que él lo dejaba, solía no dormir a su lado para luego ver sus ojos azules posados en los suyos sino que se dedicaba a cortar una flor roja del jardin, ponerle una cinta bebé negra y se iba. Sin decir nada más. No regresaba hasta que sea necesario.


Se iba sin dejar sospechas antes de que el sol apareciera. Él prefería escapar porque en eso se basaba su vida. No era capaz de cuidar a la persona que amaba ni hacerla feliz el resto de su vida, asique solo se conformaba con romperle el corazon unas dos veces al año para luego volver. Porque a pesar de dejarlo durmiendo solo, él no podia vivir sin su otra mitad. Se sentia incompleto. Vacio. Era un desastre sin él.




Sabía que el café lo habia dejado ahí para ella a pesar de que seguro iba a pasar el dia llorando sin probar bocado de nada.

Estuvo tirada en la cama, abrazando durante dos horas la almohada que usó y lo único que quiere saber es por qué. ¿Por qué lo volvió a dejar? ¿Por qué lo dejó sin una palabra? pensó que era feliz, pensó que estaban bien, pensó que todo se había resuelto y que habían vuelto a estar juntos. Si no ¿por qué le había dicho "solo te amo a vos", "siempre has sido vos"? ¿Por qué dijo todas esas cosas? Sigue pensando en todo lo que le dijo, tratando de ver si hubo algo que se perdió.

Oh.
Oh Dios.
Él nunca lo dijo de vuelta. Nunca le dijo que la amaba.

Ella volcó todo su corazón, profesó su amor, el que había estado en su mente y corazón por varios años y nunca pensó que…
Así que él… no la amaba.
¿Era eso?
Oh Dios, y ahora su corazón dolía más, mucho más y no sabe qué hacer ¿Por qué todo duele tanto?
Si no la ama, entonces por qué ¿por qué tuvieron relaciones?
Ugh. Las personas tienen sexo sin necesidad de que haya amor de por medio, piensa. Ella lo ha hecho muchas veces. Pero ¿Por qué pareció diferente con él? ¿Por qué se sintió diferente?
¿Por qué se sintió como si de alguna manera las piezas de un rompecabezas hubieran encajado perfectamente luego de cinco tortuosos años?
¿Por qué él la abrazó tan fuerte cuando se quedaron dormidos? ¿Por qué se despertó a mitad de la noche cuando sintió los dulces besos de él en su cuello? ¿Por qué las manos se sintieron tan bien alrededor de su cuerpo?
¿Por qué los ojos de él se iluminaron cuando sus miradas se encontraron ayer en la cafetería?
¿Por qué la abrazó y la acurrucó como si fueran solo ellos dos, como si fueran las dos únicas personas en el mundo?
No cabe duda que se esta volviendo loca con todos estos pensamientos, con todas estas preguntas sin resolver y casi por estar tan imbuida en sus pensamientos se pasa desapercibido el sonido de alguien tocando a la puerta.

Solloza, se limpia con el dorso de la mano las lágrimas de la cara y se para de la cama. Es cuando se da cuenta ¡oh bendito infierno! Que todavía está desnuda, que no se ha cambiado después de la ducha, así que se pone el primer par de jeans que consigue y camina derrotada hasta la puerta. Ya ve a Fernana parada con una bolsa de chocolates y un dvd para chicas, pero cuando abre la puerta…
Su corazón se para.

Ahí, con ambos brazos colocados a cada lado del dintel de la puerta y la cabeza hacia abajo está él con su morral a cuestas en sus hombros.

Ahoga un repentino sollozo y su voz no le sale.

- He estado parado en la estación de micros por horas- empieza a decir – después que traje la flor- todavía no ha alzado la cabeza y ella no puede ver sus ojos – No sé cuantos micros han pasado, pero no…no he podido subirme a ninguno de ellos.

Todavía es incapaz de pronunciar palabra pero unas lágrimas empiezan a rodar por sus mejillas.
Finalmente él levanta la cabeza y su mirada se encuentra con la de ella.
Se da cuenta que él también ha estado llorando y que su cara está pálida. Los ojos avellanas buscan la cara de ella y éste espera que vea lo triste que está y lo miserable que él lo ha hecho.

- No tenes idea… tu haces que tenga tanto miedo de mi mismo, de lo que siento, me matas – admite todavía con sus manos en el marco de la puerta – Hiciste que me asustara cuando éramos adolescentes y ahora me asustas mucho más.

Ella abre la boca y quiere decir "De que carajo me estas hablando, pelotudo", pero nada sale de ella.

- Jamás en mi vida he sentido algo tan fuerte por otra persona. No lo entendía… no entendía. No sabía por qué me sentí tan perdido sin ti. Cuando estábamos juntos y después yo estaba en mi cama solo en la noche, todo lo que pensaba era lo solo que me sentía… lo incompleto que me sentía sin ti a mi lado todo el tiempo… no era sano para mi pensar de esa forma, tomando en cuenta lo jóvenes que éramos. No entendía como podía sentir eso… y tu… solo verte, estar así tan cerca de ti… No sé como manejar todas las cosas que siento. Y tú ni siquiera eres la misma persona, eres diferente y tu corazón es más fuerte. Y yo sé, yo sé que es por mi, por mi causa, porque me fui y te dejé de la manera en que lo hice y la razón porque lo sé es porque yo me sentí igual.

Finalmente ella parece recobrar el habla, aunque su voz suene áspera y débil - ¿Cómo te sentistes?
- Como si una parte de mi hubiera muerto – confesó – Como si una parte de mi alma hubiera sido partida en dos y esa parte la hubieran tirado en el lodo o algo parecido. Como si mi vida se hubiera acabado. Y no lo podía manejar.
- Entonces ¿por qué nunca me contactaste? – preguntó no de manera sarcástica, ni cruel, simplemente normal.
- Yo sentía que era adicto a ti, a tu presencia. Tú estabas en mis venas. No sabía que… que las personas podrían sentir de esa manera. Pensé que no era natural, pensé que algo malo estaba sucediendo conmigo.
- Y hoy – dijo en un susurro - ¿Por qué me dejastes hoy? ¿Esta mañana?

- Porque pensé que finalmente te había superado. Pero con una sola noche todo lo que sentía antes volvió y más fuerte. Estoy seguro que más profundo y todo lo que puedo ver ahora eres tu – dijo despacio alcanzando tímidamente con su mano una lágrima por la mejilla de ella – No puedo estar lejos de ti nunca más. Traté y no puedo… cuando estaba sentado ahí en el banco de la parada de micros, sentí como si estuviera cometiendo el mayor error de mi vida.
- ¿Así que no es por qué no me amas?
La cara de él se derrumba y comienza a llorar fuertemente. Finalmente avanza dentro del apartamento, suelta su morral en el suelo y agarra la triste cara de ella con sus dos manos.
- No – dice a través de sus lágrimas sacudiendo su cabeza – siempre te he amado. Te ame antes y te amo ahora y te amaré hasta… hasta siempre, creo que eres una parte de mi.
Las piernas casi no las puede sostener y se cae junto con él, llorando juntos, abrazados.
- No me puedes hacer esto otra vez – dice en un susurro, apenado de lo patética que suena y apenada de lo desesperada que suena – no me puedes hacer esto otra vez.
- No lo haré – le promete mientras le besa la barbilla – no lo haré, lo juro.
- Tu solo…te fuiste. No sabía… yo no sabía que hacer.
- Lo siento, lo siento – dice llorando a través del cabello de ella – Nunca quise herirte, lo siento.

Ella asiente en el cuello de él, respirándolo y aguantando todo lo que puede de él en sus pulmones. Casi teme exhalar temiendo que eso sea un sueño y que en cualquier momento se despierte y que ya no esté realmente ahí, en su suelo, acostados los dos, abrazándose fuertemente. Ella está casi enloquecida por estar tan enamorada, por amar tan intensamente y desea sacar a flote su lado sarcástico, aunque éste parece haberse ido muy lejos, y sus sentimientos por el hombre que en estos momentos la abraza tan fuerte, haciéndola sentir seguro, tomaron su lugar.





- Dejaste esa flor – Dice casi en un susurro cuando cae la noche y todavía están entrelazados debajo de un juego de sabanas frías de color beige.
- Tenía miedo de que me olvidaras – Admite, abrazandola y con una mano tomando su barbilla mientras la besa en los labios.
- Nunca te podré olvidar. Tu eres inolvidable.
Y de repente, ese pequeño apartamento, casi deprimente, no parece tan deprimente y tal vez se sienta más pequeño, seguro, pero eso es porque está lleno con algo parecido de la esperanza.
Y la esperanza toma mucho espacio, sabes, porque se lleva con ella todas las malas cosas en el mundo y te hace sentir un poco más aliviado, un poco mejor y un poquito más amado.