El artista es el dios de las cosas bellas.
Mostrar el arte, ocultando al artista: tal es el fin del arte.
El crítico es aquel que puede traducir en un nuevo modo o una materia
distinta su impresión de las cosas bellas.
La más alta, como la más baja forma de critica, es siempre una
especie de autobiografía.
Los que encuentran un sentido feo en cosas bellas son corrompidos
sin ser seducidos. Esto es un defecto.
Los que encuentran un sentido bello en las casas bellas son los

entendimientos cultos. Para éstos todavía hay esperanza.
Son los escogidos aquellos para quienes las cosas bellas sólo significan
Belleza.
No hay libros morales ni inmorales. Los libros están bien o mal escritos.
Simplemente.
La aversión del siglo XIX por el Realismo es la rabia de Caliban al ver
su propia faz en un espejo.
La aversión del siglo XIX por el Romanticismo es la rabia de Caliban al
no ver su propia faz en un espejo.
La vida moral del hombre forma parte de los materiales del artista;
pero la moral del arte consiste en el uso perfecto de un medio
imperfecto.
Ningún artista desea demostrar nada. Hasta las verdades pueden ser
demostradas.
Ningún artista tiene simpatías éticas. Una simpatía ética en un artista
es un imperdonable amaneramiento del estilo.
Ningún artista es jamás morboso. El artista puede expresarlo todo.
Pensamiento y palabra son para el artista instrumentos de un arte.
Vicio y virtud son para el artista materiales de un arte.
Desde el punto de vista de la forma, el arquetipo de todas las artes es
el arte del músico. Desde el punto de vista del sentimiento, el oficio
del actor es el arquetipo.
Todo arte es a la vez superficie y símbolo.
Los que van más adentro de la superficie, hácenlo así a cuenta y
riesgo propios.
Los que descifran el símbolo, hácenlo así a cuenta y riesgo propios.
Es el espectador, y no la vida, lo que realmente el arte refleja.
Diversidad de opinión sobre una obra de arte prueba que la obra es
nueva, compleja y vital.
Cuando los críticos están en desacorde, el artista esta de acuerdo
consigo mismo.
Podemos perdonar a un hombre que haga una cosa útil, con tal de que
no la admire. La sola excusa de hacer una cosa inútil es admirarla
inmensamente.
Todo arte es completamente inútil.