Los balineses son felices si alcanzan y mantienen su balance mental y espiritual: necesitan mantenerse en el centro de la matriz, en un estado de balance perfecto. Es por ello que necesitan saber en todo momento donde están situados y a dónde van, tanto en lo espiritual como en lo familiar (de ahi que te pregunten 40 veces al día “a dónde vas?”, y en general se interesen en si estás casada/o. Y si no les contestas, o les dices que no te vas a casar, se quedan preocupados..). Para ellos mantener este balance perfecto es un arte, una ciencia y una religión.